viernes, 28 de noviembre de 2008

Pese a quien le pese


Como dice mi buen amigo Tomás, la polémica está servida.
Las pérfidas manos del Cardenal Roucco Varela y la radio de los Obispos han clamado al cielo: Nos quitan los crucifijos de las escuelas públicas. ¿Qué afrenta contra la verdadera religión?
Pues no, Tomás esta vez no tienes razón. No vulnera la constitución esta retirada de símbolos religiosos en una escuela pública. Otra cosa sería que en este colegio no se permitieran a los padres que sus hijos tuvieran una clase de religión, eso si sería inconstitucional. No hagamos demagogia.
No valen los argumentos de la costumbre, los qué molesta un crucifijo, etc. El caso es que estamos en un colegio público, por lo tanto no debe haber ninguna simbología religiosa en estas aulas, pese a quien le pese.
Por cierto, como bien dice mi amigo Isaías, la mayoría de padres católicos de un centro no debe, ni puede, imponer que halla simbología religiosa en un centro, el derecho español no les concede ese privilegio. Basta ya de intentar adoctrinar a nuestros hijos en las aulas públicas, que pagamos todos, la religión forma parte de la vida de cada cristiano, no necesitamos que nos metan por los ojos la simbología católica por narices en todos lados, amparándose en la sinrazón de la mayoría, ese no es un argumento.
Pongo un ejemplo al respecto: Estamos en El Ejido, en un colegio público de mayoría musulmana, y al lado de la foto del Rey (los únicos símbolos que permite la constitución en los colegios públicos) se ponen unos versos del Corán, el libro sagrado de los mahometanos, ¿no nos molestaría igualmente si los retirasen?, ¿el señor Roucco criticaría al juez?
Por favor, cuarenta años de nacional-catolicismo en donde en este país no ha habido libertad religiosa, que no hemos tenido derecho a creer en nada ni en nadie salvo en Jesucristo y en su Iglesia. No Abogo porque se elimine la religión, creo que las creencias de cada persona son muy respetables, pero en el ámbito privado, que no nos metan sus símbolos por cabezonería, porque no lo olvidemos, estamos en un estado aconfesional, pese a quien le pese.