martes, 13 de mayo de 2008

Sevilla la ciudad de algunas personas


Se que este será un artículo que a algunos puede que no le siente muy bien, pero creo que voy a denunciar una situación que no es de recibo en una ciudad modera.
Imagínense, Sevilla miércoles doce de la mañana. Tráfico intenso en la capital, más concretamente en el puente de las Delicias una de las arterias principales de Sevilla, ya que conecta con la salida a Huelva. La ciudad está colapsada. Yo montado en mi coche me pregunto que ocurrirá: ¿Un accidente de tráfico? ¿El autobús del Sevilla que viene con otra copa y yo no me he enterado? ¿Llega su majestad el rey a inaugurar cualquier cosa? No hombre, son unas mil carretas de la hermandad del Rocío de Triana que tiene que formar un atasco colosal a estas horas porque ellos tiene que salir a estas horas.
Esta ciudad no me deja de sorprender. ¿Cómo puede Sevilla paralizarse por la salida de 5000 personas que se van de romería? Que conste que no estoy en contra de que vayan a ver a su virgen, eso me parece fantástico, pero lo que no es de recibo es que salgan a las doce de la mañana, y que no terminen de pasar hasta las dos de la tarde. Eso es inhumano. Alguien me dirá. – Es que es la tradición, siempre han salido a esta hora- Pues bien, le voy a responder: Y a mí que me cuentas. Háblale de tradición al repartidor de fruta, al ejecutivo que llega tarde a una reunión, al estudiante que termina faltando a clase, etc.
Quieren salir de romería bien, pero que salgan a las 5 de a mañana que no hay tráfico, y que estén camino del Rocío a una hora que no molesten al resto de los ciudadanos de esta ciudad que no nos vamos de romería.
Esta es una Sevilla que presume de ser moderna, en donde algunas tradiciones han dejado de tener sentido, yo no digo que a principios del s. XX las hermandades salieran a estas horas, pero es que el trafico no era el mismo. Hoy por hoy, cada vez que salen o regresan del Rocío las hermandades de la capital la ciudad se colapsa por varias horas.
No puede ser que Sevilla siga siendo la ciudad de unas pocas personas, porque aquí vivimos todos, y no cuesta nada levantarse más temprano para ir a ver a la virgen y no perturbar el día a día de los demás ciudadanos ¿Vamos, digo yo?

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