martes, 27 de noviembre de 2007

Orgullo de ser Sevillista


No confiaba en el sevillismo de base. Desde que se fijaron los precios de los partidos de Champions mi cabreo iba creciendo día tras día. El punto álgido llegó cuando al partido siguiente tras la presentación del euroabono no escuche quejarse a la grada me fui a mi casa decepcionado. Sin creer en la masa sevillista.
Ahora me arrepiento de haber pensado así. Alrededor de 10.000 abonados sevillistas no han sacado su euroabono ni siquiera cuando bajaron los precios. Es una bofetada sin manos a la gestión de precios del presidente Del Nido. La afición se ha plantado.
Me siento muy orgulloso de pertenecer a esta centenaria institución y sobre todo a su hinchada, que ha demostrado una muestra de madurez inusual en el mundo del fútbol. Presidente vaya mirando su departamento de marketing porque últimamente no ha estado muy acertado, ha olvidado a su público objetivo, sus necesidades, sus características, económicas y sociales. En definitiva ha fallado. Se lo dice alguien que se dedica a este mundo del marketing y que se ha dado cuenta que los errores se han multiplicado peligrosamente en esta temporada.
Todavía está a tiempo de rectificar, aunque en el peldaño en el que se han subido algunos parece difícil otear la realidad. Habrá que bajar a la tierra otra vez, ¿no creen?

1 comentario:

Craso dijo...

Si es que de tanto masacrarlo se nos han olvidado las lecciones del maestro, Florentino Pérez. Hace diez años, sentarse en el Bernabéu, en el huequecito más miserable, costaba la friolera de 9.000 pesetas. Hoy es posible que tus posaderas reposen en el coliseo de la Castellena por 20 euros. Eso hace afición, evita mosqueos y te garantiza un estadio repleto cada 15 días. El resto es matar la gallina de los huevos de oro. Porque, salvo que aún no me haya enterado, las nóminas de los sevillistas, como las de cualquier aficionado de a pie, no admiten milagros. Saluditos.