martes, 30 de septiembre de 2008

El verdadero cielo está en que te recuerden tus seres queridos


Llevo cerca de un mes sin escribir en el blog. Había muchos temas de los que hablar pero, sinceramente no me atrevía a pasearme por estas páginas porque el siguiente post te lo debía escribir a tí. Echo de menos tus consejos, lo paliza que eras de vez en cuando, tu risa contagiosa acompañadas de tus lágrimas, tocarte ese pelo fino que he tenido la suerte de heredar, tu olor, tu manera de ver la vida, el ejemplo que eras para todos, porque tú erás grande.
Siento haber tardado tanto este año en decirte que te quiero, pero espero que lo sepas comprender. Por aquí todo bien, las cosas, poco a poco, vuelven a la normalidad, vamos lentos pero seguros.
Estoy dudando publicar esto en el periodista inmaduro, no se si les va gustar a mama y los hermanos pero, a mí me ayuda, así te siento más cerca y me ayuda a recordar buenos momentos contigo. Te prometo que lo siguiente que te escriba será más alegre.

Un beso grande
Miguel

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ánimo compañero de fatiga, de alegrías y de tristezas, el que ayer se fue se marchó orgulloso de sus hijos.
Demuestras con tus palabras tu amor por él, y lo que le echas de menos.
Nunca dejes de escribirle, pues como bien sabes, le regalas el cielo cada vez que lo recuerdas y hablas de él.

Un abrazo

Craso dijo...

Vaya, Miguel, lo siento de veras. Un abrazo y mucha fuerza. Adrián

Miguel Sarmiento Pelegrina dijo...

gracias a todos

Pablo Sarmiento Pelegrina dijo...

¿como puedes pensar que a cualquier persona que amase a papa pueden sentarle mal el que tú le recuerdes de esta manera? es impensable querido hermano. Yo, sin ir más lejos, no hay dia que no me acuerde de él, como todos. Se me ponen los pelos de punta cuando cojo un cuchillo o una sarten para cocinar lo que sea, porque siento que en ese momento es cuando él se sienta en el banco de la cocina y me acompaña en ese rato. Y quiero pensar esto porque jamas me canso de estar en esa cocina. Y realmente esto nunca llegó a pasar, ya que mi afición a "la buena cocina" me llegó justo el dia antes de que él se fuera. Sin ninguna duda, querido hermano, él estará cuando yo me meta en pucheros y cuando tú desenfundes tu pluma (cada dia más sofisticada), pero donde siempre estará es en nuestros corazones, de donde, por fortuna, nunca se irá.
Un abrazo.
PD: que tu cabeza nunca te impida expresar lo que tu corazón sienta.

Anónimo dijo...

A su manera, mucha gente tambien le echamos de menos y nos acordamos periodicamente de el.

Espero que la gorra no te estropee tu fino pelo.

Un besito mariquita

Constantino Carenado dijo...

Hola Miguel. Me he puesto a bichear más tu blog. Me he ido hacia el pasado. Al encontrar este texto he notado cierta preocupación por su prudencia o su imprudencia.
El comentario de tu hermano es muy correcto y, desde mi punto de vista, extrapolaria esa visión más alla de este texto(tan importante para ti).Yo ,en tu caso, rozaría la imprudencia en casi todo(el tema es evitar que te desacrediten como profesional;riesgo que no se si es acertado). Desde mi imprudente punto de vista te pido que te expreses con esa pluma ("dispositivo de escritura") cada día más sofisticada. Se feliz.