Montserrat Negreda, corta de miras

Hace unos días a una diputada del Partido Popular Catalán se le ocurrió que para desacreditar a la ministra de fomento, Magdalena Álvarez, iba a meterse con su acento andaluz. Por supuesto, la salida de pata de banco de Montserrat Negreda, así se llama la susodicha, no podía pasar por alto para el propietario de este blog. Me parece repugnante que un político al que pagamos todos con nuestros impuestos, directa o indirectamente, sea capaz o no encuentre otros argumentos con los que descalificar a la nefasta ministra que su procedencia, su manera de hablar, porque esto no sólo es un descrédito a la señora Álvarez si no a todos los andaluces.
Seguimos estando en un país en el que hay personas que consideran a los andaluces como ciudadanos de una categoría inferior, las palabras de la diputada lo acreditan. Parece que en ciertos rincones de esta España nuestra la única manera válida de hablar el castellano es la de Valladolid, Madrid y compañía. Pues no señora Negreda, el Andaluz es un dialecto del Castellano, así lo reconoce la RAE, estamos pues ante una manera igual de válida de hablar nuestra lengua común, el español. Y si usted no entiende el modo en el que hablan los cordobeses, o los sevillanos, o los onubenses, etc. se aguanta y hace un esfuerzo por comprendernos, igual que el que los andaluces hacemos, viendo como los catalanes maltratan nuestra lengua en Cataluña, o vemos como desde el resto de comunidades autónomas se cometen más fallos al hablar que nosotros mismos (Ej. laísmo, leísmo, etc.). Sin descalificarlos por hablar mal el castellano o calificarlos de catetos.
Nuestra manera de hablar el español es correcta, puesto que lo hacemos de la manera que nos enseñaron nuestros padres, con el seseo, el ceceo, el comernos sílabas, etc. todas recogidas por la RAE como la forma peculiar que tiene el andaluz de hablar el castellano, pero ni más, ni menos válida que en otras zonas de España.
Si usted es tan corta de miras que no entiende esto, tiene un verdadero problema. Igual que tiene un problema si el único argumento que se le ocurre para desacreditar la gestión de la peor ministra de fomento de la historia de España es ese. Hay muchas cosas que criticar de la Señora Magdalena Álvarez, pero ¡su acento! Vaya usted dimitiendo porque como política, como diría Quevedo, usted no vale un ardite.