A mi madre

Te admiro por tantas cosas que si las pusiera todas bloquearía este blog. Tu manera de ver la vida ha cambiado en estos dos últimos años, como no iba a cambiarla, pero a pesar de todo lo que has pasado siempre estas hay.
Es verdad que madre no hay más que una, aunque sea una frase hecha, refiriéndose a ti esto toma un nuevo sentido. Te has hecho más frágil, más miedosa, pero a la vez más fuerte y mejor persona todavía de lo que eras, que ya es decir. Cada día me sorprendes más y mi amor por ti, y el de mis hermanos, no deja de crecer. Te has transformado en la matriarca de la familia, en la cabeza de familia, de una manera natural, haciendo las cosas bien día a día, con tus fallos y tus muchas virtudes pero siempre de una manera admirable. Por eso y por mucho más tus hijos te aman y te respetan como nadie. Aunque no te lo digamos a menudo nos sentimos orgullosos de llevar tu sangre, sangre que nos hace más fuertes en esta vida y en las distintas situaciones con las que nos ha tocado bregar.
Después de muchos post en este blog, un día me di cuenta que nunca te había escrito nada, que no te digo a menudo, y como te mereces, lo mucho que te admiro como persona y como madre, pues aquí está este pequeño homenaje.
Gracias porque aunque se halla ido tu luz, tu fuego no se ha apagado y alumbre a toda nuestra familia.