Cuando aparecen las musas

Hace poco tiempo uno de mis amigos me hizo una observación curiosa sobre mi blog, me confesó que le gustaba, pero que la mayoría de las veces trataba los temas desde cierto pesimismo, o incluso con tristeza. Me animaba a escribir cuando estuviera alegre y contento. ¡Menudo encargo!
Sinceramente me gustaría escribir más en el blog, pero uno no controla cuando va a aparecer su inspiración. En mi caso ésta suele acudir cuando estoy enfadado por algún tema, que me lleva a patalear y a replicar en este diario electrónico contra quien sea: políticos, presidentes de equipos de fútbol, jefes, etc.
También puede aparecer está inspiración cuando me da por pensar y me pongo metafísico. Creo sinceramente que las mejores letras que han salido de este viejo ordenador han surgido cuando me entra esa melancolía que me lleva a recordar mi infancia, esos recuerdos al lado de los que ya no están, oler de nuevo los perfumes de esa juventud perdida, pues en una semana cumpliré los treinta y la madurez llama a mi puerta con todas sus fuerzas, aunque yo sigo sin contestar pues como dice una de mis canciones favoritas “No quiero hacerme grande”.
La otra forma manera que hay de llevarme a escribir unas líneas es que aparezca una musa. Una musa es esa mujer que te roba un poquito de tu alma aunque sólo sea por un instante, basta sólo una mirada que se cruza con unos profundos ojos azules en el gimnasio, un reencuentro con alguien especial o como me pasó hace poco conocer brevemente a una mujer hermosa que te haga dedicarle un breve relato.
Francamente a mi lo que me inspira para ponerme mi disfraz de periodista inmaduro y juntar letras en este humilde blog es la melancolía, los recuerdos, las injusticias y la belleza. No soy capaz de escribir algo cuando me embarga la felicidad, Quizás sea algo raro, pero creo que a la mayoría de los “escritores” que pululamos en esta red de redes nos dejamos dominar, sobre todo, por las emociones al escribir, que en mi opinión es la mejor manera de compartir tus pensamientos y sentimientos con los demás además… es más barato que un psicólogo.
Saludos a todos.